Miedo de lo que dirían si fracasamos.
Pero hay algo que nunca desaparecerá: la satisfacción de haberlo logrado.
Recuerda, solo existen dos días en lo que nada puede ser hecho, uno se llama ayer y otro mañana.
Miedo de lo que dirían si fracasamos.
Pero hay algo que nunca desaparecerá: la satisfacción de haberlo logrado.
Recuerda, solo existen dos días en lo que nada puede ser hecho, uno se llama ayer y otro mañana.
Ganar no es algo momentáneo, es algo permanente. Uno no gana de vez en cuando, uno no hace las cosas bien a veces, uno hace las cosas bien siempre.
Ganar es un hábito y, lamentablemente, también perder. No hay cabida para un segundo lugar. En mi juego, sólo existe un lugar: El primero. He terminado en segundo lugar dos veces desde que estoy en Green Bay, y no quiero volver a terminar segundo nunca más.
Hay un juego para el segundo lugar, pero es un juego de perdedores, jugado por perdedores. El americano siempre ha mostrado entusiasmo por ser el primero en todo, y por ganar, y ganar, y ganar. Cada vez que un jugador de fútbol ingresa a la cancha, tiene que jugar poniendo todo el cuerpo: Desde la planta de los pies hasta la cabeza.
Interviene cada parte del cuerpo. Algunos juegan con la cabeza, y está bien. Uno debe ser inteligente para ser el primero en cualquier actividad a la que se dedique.
Pero lo más importante es que debemos jugar con el corazón, con cada fibra del cuerpo. Si uno tiene la suerte de encontrarse con alguien que use la cabeza y el corazón, esa persona nunca va a salir segunda. Estar a cargo de un equipo de football no se diferencia en nada de dirigir cualquier otra clase de organización, ya sea, un ejército, un partido político o una empresa.
Los principios son los mismos. La mira está puesta en ganar, en derrotar al otro. Tal vez suene duro o cruel. Yo creo que no. Es una realidad que el hombre es competitivo, y que en los juegos más competitivos intervienen los hombres que más compiten, y es por eso que están allí: para competir. Una vez que ingresan al juego, deben conocer las reglas, los objetivos. El propósito es ganar limpiamente, como es debido y siguiendo las reglas, pero ganar.
A decir verdad, nunca conocí a alguien respetado por su trabajo que, a la larga, en lo más profundo de su corazón, no aprecie el trabajo intenso, la disciplina. Todo hombre bueno desea disciplina y enfrentar la cruel realidad que implica un combate cuerpo a cuerpo. No digo esto porque crea en la naturaleza bruta del hombre o en que el hombre tenga que ser una persona insensible para competir. Creo en Dios y en la decencia del ser humano.
Sin embargo, creo firmemente que la hora más preciada de cualquier hombre -el mayor logro de todo aquello que considera importante- es cuando, después de haber trabajado hasta el cansancio por una buena causa, se recuesta en el campo de batalla, agotado y victorioso.
Vincent Lombardi
Hace unos meses un gran amigo me envío el video del discurso del coach Tony DAmato (Al Pacino) en la película “Any given Sunday”, cuando su equipo (los sharks de Miami) atraviesa por una serie de derrotas. Lo traduje para compartirlo con ustedes, por que aunque proviene de una película, creo que el mensaje es bastante rescatable.
Saludos, H.C. Poncho
Pulgadas (Inches)
Sanamos como equipo o nos desintegramos. Pulgada a pulgada, jugada a jugada, hasta que terminemos. Estamos en el infierno ahora, caballeros, créanme. Y podemos seguir aquí, mientras nos muelen a golpes, o podemos pelear nuestro camino de regreso a la luz. Podemos escalar fuera del infierno, una pulgada a la vez.
No puedo hacerlo por ustedes, Estoy muy viejo, miro alrededor, veo rostros jóvenes y pienso…He tomado todas las elecciones equivocadas que un hombre maduro puede tomar, créanlo o no, despilfarre todo mi dinero. Ahuyente a toda aquella persona que alguna vez me ha amado y últimamente no soporto ver mi rostro frente al espejo.
Cuando uno envejece en la vida, las cosas te son arrancadas. Eso forma parte de la vida. Pero esto solo se aprende cuando comienzas a perder cosas. Descubres que la vida es un juego de pulgadas. Y así es el football. Porque en ambos juegos, la vida o el football, el margen de error es demasiado pequeño. Es decir... medio paso demasiado tarde o demasiado pronto y no lo logras. Medio segundo demasiado lento o demasiado rápido, y no logras atraparlo. Las pulgadas que necesitamos están alrededor de nosotros. Están en cada pausa del juego, en cada minuto, en cada segundo. En este equipo, nosotros luchamos por esa pulgada. En este equipo, Nos despedazamos y despedazamos a todos alrededor nuestro por esa pulgada. Arañamos con las uñas para conseguir esa pulgada. ¡Porque sabemos que cuando sumemos todas esas pulgadas, van a ser la maldita diferencia entre ganar y perder! ¡Entre vivir y morir! En cualquier combate, es el tipo que esta dispuesto a morir el que ganará esa pulgada. Y sé que sigo vivo, porque estoy todavía dispuesto a luchar y morir por esa pulgada. ¡Porque eso es lo que vivir es! Las 6 pulgadas frente a ustedes...
No puedo hacer que ustedes lo hagan. Necesitan mirar al tipo que tienen a un lado, miren en sus ojos. Yo creo que van a encontrar un tipo que ira esa pulgada con ustedes. Verán un tipo que se sacrificara a si mismo por su equipo, por que sabe que cuando llegue el momento, ustedes harán lo mismo por el.
Eso es un equipo, caballeros, Así, que sanamos, ahora, como equipo, o moriremos, como individuos. Eso es el football, señores, Es todo lo que es… Ahora, ¿Qué es lo que piensan hacer?